Los barrioalteros sabemos cómo suenan las tormentas sobre el Barrio Alto. Conocemos cómo caen las trombas sobre nuestras azoteas.
El sonido de los relámpagos retumban en nuestras calles desde los secos barrancos del sistema de sierras donde las tormentas descargan cientos de litros de agua en un torrente que arrastra fango y piedras arrasando las ramblas de Belén y Amatisteros.
Aquella mañana en escasas tres horas diluvió 150 litros sobre la ciudad.
Sentido es que lo peor se vivió en la rambla de la Chanca, en la avenida del Mar. La tromba se llevó la vida de siete personas que fueron arrastradas por una riada ensordecedora llena de fango y piedras.
Leo que "una vivienda de la calle Molino del barrio Alto se derrumbó y sus inquilinos fueron salvados por una patrulla de la Guardia Civil."
La extinta Policía Armada tuvo que intervenir para socorrer a varias personas que efectuaban practicas de conducir en las autoescuelas de la rambla de Belén. Se salvaron al subirse trepando a los árboles.
La tromba empezó a descargar sobre las diez y media de la mañana y se mantuvo con fuerza hasta la una de la tarde.
Pudo haber tenido consecuencias más graves si no se hubiese evacuado a vecinos y demolido viviendas de una serie de casas no habitadas que resultaron dañadas por la riada del mes de enero ese mismo año.
Era jueves, yo tenía ocho años y mi madre no me dejó ir a la escuela. Con hiperacusia severa de nacimiento recuerdo lo fuerte de aquella tromba. Las gotas gordas sonando en el terrazo que caían en el patio inundándolo.
Vecinas y vecinos ya informaban lo que ocurría en la rambla cruzando de su casa a la casa del vecino de enfrente para dar las noticias corriendo la voz.
El agua que corría por la puerta de nuestra casa era mucha pero teníamos escalón alto. Algunas casas del vecindario tenían escalón bajo y entrada en descenso como mi vecina Frasquita.
Las aceras más altas de la calle las tenía mi vecino de enfrente. En su esquina con la plazoleta tenía cincuenta centímetros de altura.
En la calle Morales y Pescadores todos tenían escalón alto y la calle Olmo igual. En la plaza Hornero la gitana que hacía esquina con calle Pescadores tenía escalón bajo y entrada en descenso, pero nunca vi que la Plazoleta se inundara.
Como mucho el agua se estancaba formando un enorme barrizal. Pero si llovía demasiado se escapaba por el callejón del Pajero a la avenida de Ronda.
La calle Molino tenía aceras bastante altas sobre la pista sin asfaltar. Desde donde yo vivía se entraba en ascenso y se bajaba en descenso leve a la parte de la calle Real cerca de la rambla. Era improbable que el agua de la rambla llegase a nuestra zona del barrio.
La rambla tiene sus tres a cinco metros en según qué parte del recorrido pero vi una foto de una casa de la esquina del barrio junto a la rambla que el agua llegó un metro.
Los barrancos torrenciales son un desencadenante del sistema de sierras entorno a Almería que actúan como un sifón que hay que respetar porque la naturaleza avisa con torrentes menores de las peores trombas con periodicidad.
No sé cómo mantienen el cauce de la rambla bajo la moderna estructura recreativa de parque jardín teatro. No vi cómo lo construían ni sé si protegerá a los vecinos colindantes de las crecidas cuando se produzcan.
He investigado por internet las presas nuevas que han construido en la sierra para prevenir las riadas y no he visto ni detectado ninguna en el barranco del Caballar que es la zona descenso de la tromba por la avenida del Mar en la Chanca.
Las presas de contención en la sierra:
1. Dique de Amatisteros en la Loma del Alguacil.
2. Embalse de Amatisteros II.
3. Embalse de Belén Cagüela.
4. Dique de Cuesta del Gato.
5. Presa del embalse Belén Flores.
6. Presa de la rambla del Palo.
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