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viernes, 20 de enero de 2023

La importancia de los Circuitos Oregón en el futbolista del Barrio Alto de Almería

Esto es un ejemplo de tabla semanal de entrenamiento para el fútbol del Barrio Alto donde hay que poner los puntos claves.

Voy a entrar de lleno en la ejecución de los circuitos de entrenamiento Oregón. Se llaman Circuitos Oregón porque fue donde se diseñó y se ejecutó su uso entre los atletas de dicha universidad.

Los circuitos que existen en el fútbol son adaptaciones, algunas mejores y otras peores. Lo que a mí me saca de quicio es el empleo de pesas y otras cargas que provocan sobrecargas, que están bien para los culturistas, pero no para el fútbol donde hay que correr mucho con el balón y sin el balón.

Son ejercicios donde de hecho se trabaja la habilidad y la rapidez sorteando todo tipo obstáculos que también llevan incluido técnicas de carrera.

En los circuitos no se trabaja la Anaerobia (la intensidad) sino la Aerobia pura y dura. O sea que son ejercicios aeróbicos duros.

Como el teatro de operaciones es todo el campo de fútbol, hay que saber diseñar ejercicios a lo largo del campo a dos bandas, una de ida y otra de vuelta, para que los jugadores vayan circulando a lo largo de los distintos obstáculos colocados como una rueda circular.

Yo siempre digo que "si quieres que tus jugadores tengan puntería endiablada, tienes que realizar muchos disparos a puerta" para que los porteros se entrenen en el cara a cara con los jugadores.

Esto os lo dejo dibujado en el gráfico del final.

La importancia de los circuitos y las rutinas que se emplean es primordial. No se puede estar todos los días machacando y los circuitos Oregón son una forma de preparar el cuerpo de los jugadores para los entrenos con ejercicios en los niveles máximos de los atletas. Si eres un entrenador o preparador físico y no ves a los jugadores de fútbol como atletas, más te vale que cuelgues tu título universitario en el rollo de papel higiénico del baño.

Los circuitos Oregón se realizan los lunes y miércoles, mañana y tarde, sin repetir los mismos diseños. Los viernes, días de prepartido, no interesa que sean muy duros ni medir los tiempos, y vienen bien muchos rondos.

Un ejemplo de entreno de circuito Oregón, por un lado a lo largo del campo de portería a portería y la vuelta por el otro sería:

Ida: 50 metros corriendo en técnica de carrera, que es básicamente elevando las rodillas hasta la mitad del campo.

Enseguida unas cuantas vallas a la altura de la espinilla que el jugador tiene que saltar mezcladas con otras más altas que tiene que pasar por abajo.

Lo siguiente es que tiene un balones preparados para ejecutar varios tiros veloces a puerta contra el portero y hacer un sprint de 30 metros por el otro lado del campo al siguiente obstáculo.

Vuelta: Ejecución en escalera de suelo, dribles, etcétera, es lo que se pueden incluir en la vuelta para al final tirar varios tiros a puerta desde fuera del área. Y vuelta a empezar con la ida.

Le puedes poner todos los obstáculos que se te ocurran y siempre estarán bien entrenando en ida y vuelta todos los jugadores de forma individual.

Incluso puedes crear dos circuitos paralelos de ida y otros de vuelta para comparar las habilidades entre jugadores.

Un dato muy importante en los entrenamientos son los tiempos de ejecución de los ejercicios. Pregúntese cuánto tiempo dura un partido?.

Si los futbolistas profesionales entrenan a lo largo del día de 6-8 horas mañana y tarde, no hay que tener prisas y cortar las ejecuciones de los ejercicios a los veinte minutos porque quiere meter otros. 

Esto no está bien porque lo que ocurre es que los jugadores no terminan de entrenar con perseverancia y meter cada quince minutos un ejercicio nuevo sin dar como mínimo una hora y media para una buena y eficaz asimilación de los jugadores teniendo en cuenta que se dispone de mucho tiempo para trabajar la perseverancia.

Cuando se diseñan ejercicios hay que saber que tiempo de ejecución ponerle. Los partidos de fútbol duran (45+45=90 minutos). Si se dispone de un montón de horas de entrenamiento, cortar los ejercicios de sopetón debería ser delitoo. Cuando se diseñan una serie de ejercicios complejos lo más importante es el tiempo de ejecución total equivalente a un partido de fútbol.

Ser un preparador físico de élite no es cogerle gusto al hecho de colocar conos de forma indiscriminada según se antoja. Para eso mejor te hubieras preparado para guardia civil de tráfico porque te has confundido de profesión.

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El Barrio Alto de Almería


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domingo, 8 de enero de 2023

El enfrentamiento a pedradas entre chavales del Barrio Alto de Almería

La Gran Guerra a pedradas entre chavales del Barrio Alto ocurrió a principios de los años 70.

No recuerdo que hubiese ocurrido en otra ocasión. Solo recuerdo esta guerra que se desarrolló durante quince o veinte minutos entre niños del barrio, involucrando a chavales de calle Martínez más allá de la huerta contra nosotros de los alrededores de la plaza Hornero, (involucrados de calle Olmo, Verbena, Leganitos, Molino, Béjar, Infante, Pancho, etcétera).

Estábamos en calle Redondo, en la esquina de la casa de Remedios Sorroche, a cinco metros de mi casa. Jugábamos a las cánicas o a los trompos en esa esquina que siempre daba el Sol.

En calle Leganitos vivían amigos míos pero también vivían algunos niños que nunca se juntaron con nosotros ni estaban en nuestro círculo de amigos.

Más allá de la huerta ocurría lo mismo. Habían niños que nunca fueron amigos nuestros, otros sí. 

Algunos niños se juntaban con vecinos míos que no eran amigos y viceversa. Como ellos eran los malos los de mi bando eran los buenos y no había nada que discutir.

Los  niños que estaban conmigo en calle Redondo a cinco metros de mi casa creo que eran los hermanos Sevilla que jugábamos en su misma puerta, mis vecinos Manolo Álvarez y Rosendo Quero, el Pepe de la Huerta, el Paco de calle Leganitos y algún niño más de calle Olmo y calle Pescadores. 

Jugábamos a los trompos o a las cánicas cuando vimos unos niños del vecindario que se nos quedaron mirando hasta que se perdieron por la esquina de calle Leganitos. 

No se fueron. Se repartieron entre la esquina de la huerta y la esquina de calle Olmo para tirarnos piedras.

Sea como fuere se lio la guerra sin que ni una sola vecina se asomase a la puerta de su casa para ver qué ocurría. 

Estuvimos de escaramuzas por las calles bastante rato. Nosotros estábamos muy curtidos en tirar piedras y hicimos retroceder al otro bando hasta la zona de las cuadras.

Que las piedras volaban y algunos niños recibían buenas pedradas en las piernas no era motivo para que terminase aquella guerra de escaramuzas. 

Cuando llovían piedras retrocedíamos a otra esquina y a veces pasaba por delante un kamikaze y recibía una buena pedrada en las piernas.

Lo que me dejó pensativo es que con el ruido de las piedras en las paredes y la guerra entre ambos bandos no asomase la cabeza ni una sola vecina. Ni para regañarnos ni para acabar con la contienda que teníamos montada. Ni una sola nariz asomó en ninguna calle.

Por calle Martínez hacia calle Molino habíamos hecho huir a unos cuantos chavales que se dieron la vuelta por la esquina de las cuadras de calle Olmo y por ahí volaban los aluviones de piedras.

Nos hicieron retroceder a calle Martínez por calle Leganitos y Redondo y la guerra continuó un buen rato hasta que tomé la decisión drástica de dejar de apuntar al grupo para hacerlo a un solo individuo.

Hasta entonces había tirado piedras a lo loco como hacemos todos, sin objetivo claro y al azar, piedras que volaban o rodaban y daban en las piernas con suerte o eran esquivadas.

Mi objetivo fue un niño que creo que vivía por la plaza Béjar. Asomaba su cabezón por la esquina de Leganitos tirando piedras hacia mi casa en cuya puerta me escondía yo y sus pedradas llegaban hasta la plaza Hornero.

Calculé su movimiento, el tiempo que asomaba la cabeza para tirarnos piedras, apunté y lancé la piedra bien alta con curvatura hiperbólica y no con fuerza y directa. 

El chaval no la vio llegar por encima de su cabeza y le impactó de lleno en toda su cocorota con toda la fuerza de la gravedad. 

El niño se puso a llorar, enseguida la pandilla dejó de tirar piedras, le protegieron y se lo llevaron para casa. Se acabó la guerra.

Desaparecieron todos de la calle. Una hora después, la madre, que venía de casa en casa en busca de  quién le había tirado la piedra a su hijo, se presentó en mi casa arrastrando a los otros niños y sus madres.

Mi madre me llamó asustada y me preguntó quién había tirado la piedra al niño. Las madres me miraban todas pendientes a ver qué decía. 

La madre y el niño me miraban buscando al culpable de la pedrada y yo sabía quién le había tirado la piedra. 

Ella no le preguntó a su hijo ni a su pandilla el motivo para empezar una guerra a pedradas. Le eché la culpa al niño más malo de nuestra calle y a la casualidad, que el cruce de piedras provocó que una impactara en la cabeza de su hijo porque todos tirábamos piedras.

La madre del chaval se fue enfurecida. Seguro que no le preguntó a su hijo la razón por la que nos atacaron a pedradas. 

Por mí le hubiese lanzado un cohete, pero en mi casa controlaban mis materiales desde que quemé los calcetines a una prima mía con un trucaje que le hice a unas bombitas.

Que los niños nos creíamos grandes cuando éramos pequeños no me cabe duda. No le llegábamos a nuestras madres por el hombro cuando con el paso de los años a duras penas nos llegaban nuestras madres por nuestro hombro.


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domingo, 1 de enero de 2023

A los futbolistas y equipos de fútbol barrioalteros

Estas palabras van dedicadas a los futbolistas barrioalteros que quieran triunfar en la élite del fútbol para dejar sentados incluso a las grandes estrellas mundiales. 

Da igual cuál sea tu técnica ni la posición del campo que ocupes, si no estás preparado físicamente por tu propia voluntad y entrenamiento propio, no vas a llegar a nada, porque el entrenamiento estándar de los equipos en los que milites te limitará si no tomas tú mismo las riendas de tu propia perfomance y preparación física.

Para triunfar en el fútbol tienes que ser capaz de realizar (10 veces x 1.000 metros a 3 minutos por kilómetro). 

¿Por qué diez kilómetros en series de mil metros?. Porque es la distancia media aproximada que corre un futbolista en noventa minutos de un partido y con esta intensidad irás sobrado de condición física sin perder velocidad ni prestaciones aunque sea durante un partido mucho más intenso de lo previsto. Por tanto, necesitas entrenar con gran intensidad. 

Tienes que estar preparado para cumplir con tu cometido en tu zona del campo para que el contrario no te avasalle con su condición física dejando tu técnica de jugador en evidencia.

Los equipos barrioalteros de fútbol deberían experimentar técnicas de entrenamiento para que los futbolistas entrenen en la alta intensidad y equilibre a cada miembro del equipo. 

No puede ser que cada futbolista esté entrenado en una intensidad diferente que provoca desequilibrio. No es bueno que un futbolista corra a 2:45 minutos por kilómetro, aguante tres kilómetros y los otros kilómetros del partido camine por el campo de fútbol con una pájara estratosférica. 

Mucho mejor equilibrio se obtiene que los jugadores estén entrenados para correr a 3:30 minutos por kilómetro y aguanten entre 5-6 kilómetros que otros que están entrenados para correr a 4:00 minutos por kilómetro y a la media hora del partido caminen renqueantes a duras penas el resto de los noventa minutos.  Les espera ser colista y el descenso.

Para entrenar la alta capacidad y la velocidad no hay nada mejor que realizar series que circunden todo el campo de fútbol o realizar circuitos que lleven al futbolista a la extenuación tras varias repeticiones.

Por ejemplo: Si una vuelta completa al campo de fútbol son 200 metros aproximadamente, estaría bien aplicar  un tiempo de entrenamiento a realizar esta rutina específicamente de 30 a 40 vueltas completas.

Las repeticiones solo ida con o sin balón incluyendo disparos a puerta de 100 metros dan mucha velocidad a los futbolistas. 

Las repeticiones de 200 metros con o sin balón dan mucha velocidad y resistencia a los futbolistas.

Las repeticiones de ida y vuelta dos veces, de 400 metros, da a los futbolistas gran resistencia y profundidad.

Entrenando estos esprines con una recuperación siempre igual o superior al tiempo realizado en cada tirada dan mucha perfomance y capacidad física de alto nivel.

Lo lógico es realizar cada tirada de 100 metros en un tiempo máximo de 20 segundos. Las tiradas de 200 metros en un máximo de 40 segundos. Y las tiradas de 400 metros en un máximo de 1:40 minutos. 

En los 100 metros realizar entre 30 - 40 tiradas. En los 200 metros entre 20 - 30 tiradas. Y en los 400 metros entre 10-20 tiradas. 

Los intervalos de recuperación por ejemplo, si en 400 metros se obtiene 1:40 minutos, lógico es que la recuperación dure 2 minutos antes de emprender la siguiente tirada.

Cuanto más rápido vayan todos los jugadores juntos más equilibrados estarán. Si los jugadores corren dos vueltas y media alrededor del campo en un tiempo de 3:15 minutos por kilómetro, estarán corriendo a 39 segundos los doscientos metros. 

Algo muy importante son el número de kilómetros capaces de mantener el ritmo juntos sin deshacerse sin que ninguno se descuelgue, algo a tener en cuenta para conseguir un equipo potente sin importar la división en la que tu club milite.

Lograr el objetivo de que tus futbolistas sean capaces de correr 8 kilómetros juntos sin descolgarse ninguno a un ritmo de 3:15 minutos por kilómetro, demuestra la capacidad del preparador físico o el entrenador para equilibrar un equipo que terminará por romper más pronto que tarde a todos los rivales.

La pedrea del entrenamiento idóneo que logra efectos brillantes en los futbolistas está en realizar tiradas entre 20-30 veces como mínimo, ya que (25 tiradas x 400 metros = 10 kilómetros), y (30 tiradas x 200 metros = 6 kilómetros) que representan el total de la media y un parcial importante de kilómetros que corre un futbolista durante un partido de fútbol. Y siempre añadiendo un intervalo de recuperación entre 1-2 minutos.

Una vez completada las sesiones de alta intensidad, en las siguientes 48 horas los futbolistas deberían entrenar ejercicios de menor rango y pocas dificultades: carrera s continuas moderadas en grupo o pases diversos tipo circuito hasta el 70% de intensidad como máximo. 

Lo más importante de un equipo tras la perfomance y el entrenamiento de alta intensidad es entrenar los sistemas defensivos en un área usando la mitad del campo fútbol.

Esto tras dar unas vueltas de calentamiento alrededor del campo o usando los rondos y los circuitos con baja intensidad.

No importa en qué división milite tu equipo. Si no entrenas a tus jugadores y los equilibras sufrirás las consecuencias de ser entrenador o preparador físico chatarra porque el resultado de tus entrenamientos se ven en el rendimiento de tus jugadores en el campo de fútbol.

Si encima te están pagando un dineral, estás vendiendo tu ignorancia a un club que te paga por el conocimiento que no tienes, lo que tú llamas trabajo pero te lavas las manos si el club desciende porque eres un incompetente. 

Seguro que tienes un comentario de menosprecio contra el que sabe infinitamente más que tú. Si te deja en evidencia engañas a los aficionados desviando las causas del rendimiento del equipo del que eres responsable y no quieres reconocer que lo cierto es que no tienes ni puñetera idea de fútbol.

¡Anda y acuéstate!



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Cuando las cosas no iban bien en las familias del Barrio Alto de Almería

Tengo, como todos, recuerdos frustrantes de la niñez.  Eso que los nuevos entendidos de la psicología aplicada llaman traumas. Todos hemos c...