Cuando me fui de Almería, seguí soñando con ser futbolista, pero en el lugar donde fui a parar, esos sueños se fueron diluyendo con el paso del tiempo.
En la escuela donde me metieron, como dije en alguna ocasión, era para que se me encogiesen las pelotas de por vida. Sin embargo ocurrió al revés.
En los siguientes años me cambiaron a una escuela intermedia entre el Virgen del Pilar y la terrorífica "escuela" de don Bartolomé.
Allí algunos profesores no tragaban con nuestro origen almeriense. Nos trataban mal, nos ponían malas notas y no nos querían en la escuela porque éramos de Almería.
Me diréis que eso pasaba en todas las escuelas. Puede que sí. Pero para nosotros fue difícil lidiar con nuestra procedencia.
Al haber nacido hipoacúsico, siempre fui objeto de burlas de algún maestro. Eso también me ocurrió en la escuela Virgen del Pilar.
Pasearme por el mundo oyendo miles de voces de gente que habla y soy incapaz de entender, no ha me ha quitado el sueño. Sabiendo de la hipocresía de la gente, me involucré en vivir mi vida disfrutando lo más que podía.
Algunos quisieron hacerme creer que vivir el hoy no tiene futuro. Me gustó mirar hacia adelante para no ser presa de ningún pasado.
Durante mis viajes aproveché para entrar en bibliotecas y ilustrarme buscando mis ancestros.
Fue tarea imposible. El ADN solo es una identidad biológica. No explica por qué me llamo como me llamo. Tampoco concreta de dónde vengo ni hacía dónde voy.
Saldrán montones de raíces de origen genético pero ni un solo dato que certifiquen mis nombres actuales, ni cómo se llamaban mis ancestros, por ejemplo, en tiempos de Al-Ándalus.
Sinceramente me sentí profundamente decepcionado de leer tantas mentiras y encontrar tanta falsedad documental.
Sabemos quiénes controlan lo que no quieren que sepamos. Los libros cuentan su versión sin decirnos de forma directa que en Almería fuimos invadidos.
Hicieron trizas cualquier rastro ancestral de nuestra raza mediterránea, las raíces de muchos barrioalteros y almerienses.
Supe que en la antigüedad, tribus rusas exterminaron a todos los hombres pobladores autóctonos de la península Ibérica. Copularon con las hembras y tuvieron descendencia. Eso quedó escrito en nuestro ADN.
Lo más interesante que he leído habla sobre la antropología de nuestros pies, que ocultan muchas verdades más allá de nuestro pasado genético por la morfología de nuestro cuerpo.
No es porque yo lo diga. Está escrito en los libros egipcios, en los tratados de yoga y medicina hindúes y chinos. Sabemos que la salud de nuestro cuerpo empieza por los pies.
Nuestros pies nos cuentan lo que queremos saber, nuestros verdaderos nombres y cómo sobrevivieron nuestros antepasados.
Tengo escrita una novela mitológica de aventuras, "Alfa y Omega." En ella cuento que tres mil años antes de nuestra era, éramos atlantes de la Atlántida, lo que el origen de la palabra Al-Ándalus viene a significar precisamente.
Los fenicios con su imperio mercantil por todo el Mediterráneo, también están en nuestro ADN. Pero aún más la gente procedente del único imperio que ha sobrevivido hasta nuestros días, el egipcio.
Muchos somos egipcios en la misma proporción que la mayoría de la población turca son de ascendencia helénica.
Yendo más lejos, los creadores del Imperio Romano eran troyanos. Rómulo y Remo eran de origen troyano, no eran etruscos.
El ADN de los barrioalteros autóctonos almerienses tienen mucho más de cartagineses que de romanos. Se lo leí de reojo a un escritor que textualmente dijo que "fuimos fenicios y también cartagineses." Pero los cartagineses eran de procedencia fenicia. No?.
Busqué datos de lo ocurrido en el Referéndum de Autonomía de Andalucía, casi han borrado que Almería y Granada votaron en contra de unirse a una Andalucía con capital en Sevilla.
Muchos hemos olvidado que en la escuela estudiamos hasta bien entrados los años 1980, que Almería era parte de Andalucía Oriental o Alta Andalucía, una región que también era región militar con CIR en Viator.
Tampoco nos cuentan que la bandera blanca y verde era un estandarte de Almotacín.
Que la estrella que aparece en muchos edificios del antiguo reino nazarí es Venus y la encontrarás en la Alhambra de Granada lo mismo que en la Alcazaba de Almería, así como las Columnas de Heracles y los leones.
El ADN de los barrioalteros como la de los almerienses, no va en consonancia con sus apellidos ni con sus nombres. Muchos estamos más cerca de la ascendencia cartaginesa que romana porque somos raza mediterránea, helenos y egipcios.
Lo dicen nuestras tradiciones milenarias a pesar de haber sido suplantadas. Nuestra morfología, la constitución de nuestros huesos, nuestros ojos y la forma de nuestro rostro.
Todo esto ha sido escrito en nuestro ADN generación tras generación, incluyendo todos nuestros miedos.
No hace falta más que darse un baño de pies y observarlos detenidamente para saber quiénes somos y de dónde venimos.
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